Seguro que había muchos interesados en ir personalmente a recogerlos, para evitar molestias a la zapatería en cuestión.
Pero ellos, dedicaron sus últimas horas a cortar uno a uno cada zapato.
Os dejo unas imágenes.
"La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal sino por los que se sientan a ver lo que pasa."